La formación es una inversión y pieza clave para el futuro de una empresa. ¡La Formación Profesional Dual vale la pena!
A parte de los costos de formación, los aprendices generan ingresos como parte de la cadena de valor añadido, simplifican la búsqueda de trabajadores calificados y contribuyen positivamente a la imagen de la empresa. Los beneficios aumentan cuanto más avanza la formación. El mayor beneficio se logra cuando el aprendiz, después de culminar con éxito la formación, pasa a formar parte de la empresa como colaborador permanente.
Gracias a este modelo ganar – ganar, la empresa forma a los aprendices según sus necesidades específicas, al mismo tiempo que ellos se insertan en el mundo laboral desde una edad temprana.
Beneficios:
Los aprendices impulsan la productividad de las empresas y las hacen más competitivas e innovadoras. Para garantizar que el modelo aporte los resultados esperados, se sugiere que las empresas cuenten con un formador entrenado para la enseñanza.
La formación se ajusta a las necesidades específicas de la empresa y los futuros colaboradores se adaptan a la cultura y hábitos de trabajo (identificación con la empresa, con sus valores y su forma de trabajo).
Disminuye los procesos de selección de personal: se conoce mejor a un aprendiz que a un candidato externo. La empresa decide sobre la contratación o no del aprendiz, una vez que este haya finalizado su estancia formativa en la empresa.
Los contenidos de interés para las actividades de la empresa se incluyen en la malla curricular. Además, se asegura la interacción entre la empresa y la institución educativa desde la perspectiva de las necesidades del sector privado.
Al convertirse en empresa formadora, las compañías fomentan el desarrollo social y brindan oportunidades a los jóvenes, a la vez que transmiten una imagen de dinamismo, modernidad y aumentan su visibilidad.